¿Son los paneles monocristalinos lo que necesitan?

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La industria solar ha evolucionado considerablemente en las últimas décadas, lo que ha derivado en una gran variedad de opciones para cualquier tipo de instalación residencial. Entre las tipologías a considerar si desean implementar un panel solar, destaca aquella relacionada con las celdas solares. Encontrarán dos opciones: celdas monocristalinas y policristalinas.

Ambas son excelentes opciones para cualquier hogar, pero presentan notables diferencias en cuanto a eficiencia, rendimiento, fabricación, entre otros aspectos. Si desean un panel solar con las mejores prestaciones, recomendamos ampliamente las placas monocristalinas. Si bien las placas policristalinas son las más utilizadas en aplicaciones residenciales, hay razones para optar por la versión monocristalina.

Diferencias entre celdas monocristalinas y policristalinas

Para comenzar, definamos en qué consiste la tecnología monocristalina. Su principal característica reside en los tratamientos realizados durante su fabricación. Todos los paneles incorporados en cualquier kit solar se fabrican con silicio e integran múltiples células fotovoltaicas interconectadas en paralelo y en serie. En el caso de las celdas monocristalinas tienen solamente un cristal, tal como sugiere su nombre.

Un panel policristalino y monocristalino se diferencian principalmente por la pureza del silicio en sus celdas. Para fabricar los primeros, se funde el silicio y, en lugar de pasar por el caro y lento proceso de crear únicamente un cristal, se vierte en un molde y es puesto a enfriar con un cristal granulado.

Por medio del moldeado, el cristal alrededor de los granos carece de uniformidad, por lo que se ramifica en cristales diminutos y múltiples. A ello se debe el adjetivo «policristalino». Este proceso hace que la superficie presente diferentes tonalidades de azul y tenga una apariencia desordenada. Al ser más fáciles de fabricar, su precio es más bajo, pero no son recomendables en instalaciones donde se requiera mayor autonomía o eficiencia energética. Conocer esto es importante para determinar si los paneles policristalinos son lo que necesitan para su negocio.

En el caso de las celdas monocristalinas, su fabricación es más lenta y minuciosa, lo que impacta en su precio de venta. Para producirlos, los fabricantes recurren al método Czochralski, que implica la introducción de un cristal único o semilla en un recipiente con silicio puro en estado plasma y a altas temperaturas.

Posteriormente, la semilla es extraída y alrededor se forma el silicio, lo que forma un cristal grande y único, conocido como lingote. El lingote presenta forma de barra y es cortado en láminas finas para usarlas en la fabricación de las células.

Características y eficiencia de las celdas monocristalinas

Una pregunta frecuente acerca del panel solar es si es posible reconocer el tipo a simple vista. La respuesta es: sí. De hecho, es muy fácil saber cuándo se está frente a un panel monocristalino o uno policristalino. En el caso de las celdas monocristalinas, son de un color oscuro con ninguna variación en toda la superficie de la placa, en cambio, la versión policristalina tiene un color azul irregular y muchos cristales visibles en las celdas.

Con respecto a las dimensiones, los paneles monocristalinos para uso residencial suelen medir 164 × 99 centímetros e integran 60 celdas. Hay ejemplares de hasta 72 celdas que ofrecen mayor eficiencia y potencia, aunque este diseño es más común en la versión policristalina. El panel solar monocristalino tiene un mayor costo inicial, no obstante, no se trata de una desventaja si consideran su capacidad superior de producir electricidad, su alto rendimiento a lo largo de su vida útil y su excelente durabilidad.

Ahora bien, las personas suelen fijarse en el precio al elegir una placa solar, cuando deberían poner más atención en su eficiencia. Este concepto se refiere a la cantidad de electricidad que un panel produce en un espacio determinado. Se trata de algo crucial si consideran que el techo donde se instalará el sistema solar es limitado en el caso de las viviendas. La industria ha establecido que la eficiencia de los paneles policristalinos oscila entre 13% y 15%, lo que es menor en comparación con la eficiencia del 20% de la versión monocristalina.

Algunas personas piensan que una placa de 400 W y 72 células es más conveniente que un ejemplar de 340 W y 60 celdas. En realidad, la primera presenta una limitación: tiene un mayor peso y requiere más espacio para su instalación. En el mismo espacio podrían colocarse más paneles de 60 celdas que producirían hasta 680 W, que es una cantidad superior a la que brinda el panel de 72 celdas. A ello se debe que los proveedores recomiendan casi siempre los ejemplares monocristalinos de 60 celdas.

Un aspecto importante por considerar es el tipo de conexión. Si desean un sistema aislado, es decir, que no esté conectado a la red eléctrica pública, las placas monocristalinas son las más convenientes, ya que producen más energía y la almacenan en una batería solar, lo que garantiza autonomía energética. En cambio, los paneles policristalinos no son tan potentes y requieren conectarse a la red para obtener energía durante las noches.

Si desean paneles monocristalinos de alta calidad de la marca Eco Green Energy, contáctennos al +56 985970473 o envíen un correo electrónico a la dirección: contacto@rayssa.cl.

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